¿Tiene derecho a heredar el cónyuge en separación de bienes?

Para saber quién hereda en una separación de bienes con hijos hay que entender que el régimen económico matrimonial influye a la hora de determinar el caudal hereditario, pero no afecta a los derechos de aquellos que están llamados a recibir la herencia.

Si una persona casada en separación de bienes fallece, se atenderá a su testamento para determinar quienes son sus herederos. En ausencia de últimas voluntades, se aplican los criterios de la sucesión intestada que prevé el Código Civil.

En el supuesto de que el fallecido tuviera hijos y cónyuge, todos estos adquieren la condición de herederos, aunque la parte que les corresponde no será exactamente igual. Lo que ocurre es que no habrá que liquidar la sociedad de gananciales y los únicos bienes que integrarán la herencia yacente serán aquellos que en vida pertenecían al finado.

Por tanto, un cónyuge viudo casado en separación de bienes siempre va a tener derecho a la herencia, existan o no hijos.

Orden de herederos en separación de bienes

Suponiendo que no exista testamento pero sí hijos, estos adquieren la condición de herederos forzosos y son los primeros en la línea de sucesión.

Los bienes del fallecido se reparten a partes iguales entre sus hijos. Si alguno de ellos hubiera fallecido pero tenía descendientes, entonces heredan los nietos. Si el hijo fallecido no tenía descendientes, su parte se reparte entre sus hermanos.

El cónyuge viudo, por su parte, tiene derecho al usufructo viudal del tercio de mejora. Esto quiere decir que puede hacer uso y disfrute de los bienes que integran esa parte de la herencia, pero no adquirir la titularidad de los mismos, que será de los hijos.

Para entender esto mejor es preciso aclarar que toda herencia, testada o intestada se divide en tres partes:

• Legítima. Es la que corresponde en todo caso a los herederos legítimos, que suelen ser los hijos.
• Mejora. Es el tercio que el testador puede entregar para beneficiar a uno o varios de los herederos legítimos.
• Libre disposición. Es un tercio que el testador puede destinar libremente a quien quiera, aunque no sea un familiar.

En ausencia de testamento los hijos heredan todo, pero habiendo cónyuge viudo, este tiene derecho al usufructo de lo que se considera el tercio de mejora.

Este usufructo viudal es una medida de protección legal para el cónyuge viudo, de manera que puede seguir usando bienes de su pareja difunta sin necesidad de convertirse en el propietario de los mismos. El caso más típico es aquel en el que los hijos heredan la nuda propiedad de la vivienda (si pertenecía en exclusiva al progenitor fallecido) y el cónyuge viudo sigue teniendo derecho a usar ese inmueble.

Si esta situación no satisface a las partes, por acuerdo entre todos se puede sustituir el usufructo del viudo o viuda por:

• Una asignación del usufructo sobre bienes concretos.
• Por el pago de una renta vitalicia a cambio de que el usufructuario renuncie a un derecho que para él es vitalicio.
• Pago de una compensación directa a cambio de la cesión del usufructo de los bienes.

Papel de los testamentos en la herencia

Sea cual sea el régimen económico matrimonial en el que una pareja está casada, hacer testamento simplifica mucho las cosas en el momento del fallecimiento de uno de ellos. No obstante, como hemos visto, la ley también establece una serie de previsiones para determinar qué pasa con la herencia si no hay testamento.

¿Qué corresponde al cónyuge viudo en caso de no haber testamento?

Si el fallecido tenía hijos, al cónyuge viudo solo le corresponde el usufructo vitalicio sobre el tercio de mejora del caudal hereditario.

Al existir una separación de bienes, sigue conservando la plena titularidad de los bienes que eran suyos antes del fallecimiento de su pareja. Sin ser necesario ningún trámite legal al respecto.

¿Qué corresponde al cónyuge viudo en caso de haber testamento?

El testador debe dejar necesariamente el tercio de legítima a sus hijos (salvo que se diera en estos alguna circunstancia que justifique su desheredación para acceder a la herencia). Después, puede disponer del tercio de mejora y del de libre disposición como mejor le convenga.

En la práctica, muchas veces se deja el tercio de libre disposición para el cónyuge y, además, se le suma el usufructo sobre el tercio de mejora. 

También cabe la posibilidad de que el testador especifique claramente en sus últimas voluntades que no rija el usufructo viudal. Existiendo este, el cónyuge viudo que lo recibe puede renunciar voluntariamente a él, pero esta decisión debe formalizarse por escrito para ser válida.

Si se hace testamento existen muchas fórmulas diferentes para que tanto los hijos como el cónyuge viudo queden en la mejor situación posible tras el fallecimiento de un miembro de la familia.

Como particularidad, cuando el régimen económico matrimonial se establece a través de capitulaciones matrimoniales y no es el que se aplica por defecto, en ese documento pueden los cónyuges establecer algunas prescripciones relativas al reparto de la herencia si así lo desean. En caso de haberlo hecho, tanto si la sucesión es testada como si es intestada se atenderá a lo pactado en un primer momento en dichas capitulaciones, salvo que el testamento muestre la voluntad inequívoca del causante de que esto no sea así.

Las herencias pueden ser un tema complejo, especialmente si hay muchos bienes y deudas a repartir o si las relaciones entre la familia son complicadas. Sin embargo, es importante tener claro que el régimen económico del matrimonio no va a influir para nada en cómo será el reparto de la herencia. Haya gananciales, separación de bienes o régimen de participación, se va a atender a lo que dispone el testamento y, en su defecto, a las prescripciones del Código Civil sobre la herencia abintestato.

Cuando se trata de quién hereda en separación de bienes con hijos, la respuesta es la misma que si existe una sociedad de gananciales. Lo único que puede verse afectado es el caudal hereditario, pero el reparto se hace siempre igual.