¿Cómo afrontar un divorcio con hijos?

A la hora de enfrentarnos a un divorcio con hijos es fundamental dejar las emociones a un lado para preservar el bienestar de los menores a lo largo de todo el proceso.

Lo más recomendable será siempre que los cónyuges trabajen juntos y dialoguen, para reducir el impacto emocional en sus hijos. Será crucial mantener la comunicación entre ambos para garantizar la estabilidad. Siempre que sea necesario, es recomendable acudir a mediación familiar para facilitar acuerdos y reducir la conflictividad judicial.

Es aconsejable utilizar la vía del mutuo acuerdo, evitando la contenciosa. En cualquier caso, es habitual que el proceso genere ansiedad y estrés en los niños, por lo que es adecuado proporcionarles apoyo psicológico siempre que sea necesario para facilitarles la adaptación a la nueva situación.

Para evitar conflictos y reducir el sufrimiento de los menores, recomendamos explicarles la situación claramente, pero con un lenguaje adaptado a su edad, evitando en todo momento que se sientan culpables o responsables de la separación.

Será beneficioso evitar que los menores tengan que escoger entre uno de los progenitores. Lo mejor es comunicarles la decisión de manera conjunta y evitar en todo momento culparse mutuamente. Además, lo ideal es permitir que los hijos mantengan el vínculo con ambos padres, de la manera más equitativa y justa posible.

Por otra parte, debemos evitar hablar mal de nuestra ex pareja delante de nuestros hijos, ya que esto solo empeorará la situación y aumentará el sufrimiento.

Es fundamental esforzarse por mantener a los hijos al margen de los conflictos. Hay que tener en cuenta que la separación se da entre dos personas adultas, que serán las que se tengan que esforzar para preservar el bienestar de sus hijos.

También debemos intentar ser justos y coherentes en la toma de decisiones que afecten a la nueva vida familiar, como en todo lo relativo a los horarios, escuela, vacaciones o actividades extraescolares. En este punto, trabajar la cooperación será vital.

Por último, debemos prestar atención a las necesidades de nuestros hijos en todo momento. El propio Código Civil en su artículo 92 establece el interés superior del menor como prioritario a la hora de establecer el régimen de guarda y custodia. Por lo que las diferencias entre padres no tienen que afectar a los hijos.

Desde el punto de vista jurídico, lo primordial será contar con el consejo de un abogado de familia desde el primer momento. Lo más recomendable siempre será buscar la negociación y la mediación, optando por el mutuo acuerdo siempre que sea posible.

En caso de que el divorcio termine siendo contencioso, lo más recomendable es intentar evitar que los menores tengan que acudir ante el juez.

¿Qué hay que tener en cuenta en el divorcio si hay hijos comunes?

Los acuerdos sobre custodia, pensión de alimentos y régimen de visitas deben establecerse conforme a los artículos 92 y siguientes del Código Civil.

Es importante diferenciar entre el régimen de custodia y la patria potestad. En el caso de la custodia, será la que decidan las partes, siempre que se preserve el bienestar de los menores. Pero la patria potestad es compartida en todo caso, excepto cuando existen situaciones de maltrato o abandono.

Para cumplir con los requisitos mínimos establecidos por el Código Civil, el convenio regulador debe incluir disposiciones sobre educación, salud y bienestar de los hijos. Para ello, tratará el régimen de custodia y el derecho de visitas, pero también la atribución del uso de la vivienda familiar y los temas económicos como la pensión de alimentos o la contribución a las cargas del matrimonio.

En cualquier caso, el interés superior del menor va a estar siempre por delante de todo. Por ello, a la hora de establecer el régimen de guarda y custodia, se tendrán en cuenta factores como la proximidad de los domicilios de los progenitores, su disponibilidad horaria y el vínculo afectivo con el niño.

Si las partes no llegasen a un acuerdo, el juez podrá determinar la mejor solución en función de las circunstancias específicas de cada caso concreto, para lo que valorará los mencionados factores.

Otro aspecto fundamental a tener en cuenta en un proceso de divorcio es la pensión de alimentos. Se trata de un derecho del menor, y el cálculo de su cuantía se basa en los ingresos de ambos progenitores.

En este punto, ha de tenerse en cuenta que el hecho de que la custodia sea una custodia compartida no elimina esta obligación, ya que puede imponerse igualmente si existe un desequilibrio económico entre ambos. Estas cuestiones se regulan en los artículos 146 y siguientes del Código Civil.

¿Cuánto tarda un divorcio con hijos?

No se puede establecer una duración determinada aplicable a todos los casos, puesto que será variable en función de las circunstancias.

La diferencia principal viene dada entre los divorcios de mutuo acuerdo y los contenciosos. Los divorcios de mutuo acuerdo pueden llegar a resolverse entre 2 o 3 meses. En este caso, hay que tener en cuenta que, fundamentalmente, dependerá del tiempo que tarden los cónyuges en llegar a un acuerdo, duración que habrá que sumarle a la estrictamente judicial.

En cuanto a los divorcios contenciosos, su duración puede extenderse más de un año, debido a la carga de trabajo del juzgado de familia que corresponda, y también a las pruebas periciales presentadas.

Así, en estas situaciones, el tiempo dependerá de la carga de trabajo del juzgado, la necesidad de informes sobre los menores y la complejidad del caso. Cuando hay disputas sobre la custodia o el régimen de visitas, los tiempos pueden dilatarse.

¿Quién se queda en casa cuando hay divorcio con hijos mayores?

Si bien el Código Civil establece que el uso de la vivienda familiar se otorga a los hijos menores y al progenitor custodio, esta protección desaparece cuando los hijos alcanzan la mayoría de edad. Desde ese momento, la vivienda se repartirá según los derechos de propiedad de los cónyuges.

No obstante, de acuerdo con la jurisprudencia del Tribunal Supremo, aunque los hijos sean mayores de edad, si dependen económicamente de sus padres, la vivienda puede asignarse igualmente al progenitor con el que residan.

Cuando los hijos cuentan con independencia económica, la vivienda se liquida según el régimen económico matrimonial aplicable o los acuerdos a los que lleguen las partes.

¿Quién paga la hipoteca en caso de divorcio con hijos?

La obligación de pago dependerá del régimen económico matrimonial y de los acuerdos entre las partes. Si la vivienda forma parte de los bienes gananciales, ambos deberán asumir el pago hasta su liquidación.

Cuando se produce un divorcio contencioso, el juez puede asignar el pago a uno de los progenitores, según las circunstancias del caso concreto.

Hay que tener en cuenta que, si la hipoteca fue contratada en régimen de gananciales, ambos cónyuges seguirán siendo responsables del pago, con independencia de quién resida en la vivienda. Pero, si existe separación de bienes, la hipoteca será responsabilidad del titular del préstamo.

¿Cuánto cuesta un divorcio con hijos?

El coste de un divorcio con hijos variará según el tipo de divorcio y las circunstancias de cada caso. Un divorcio de mutuo acuerdo oscila entre 500 y 1500 euros, mientras que un divorcio contencioso puede superar los 3000 euros.

A estos costes, hay que añadir costes de notarios y peritos, si fuesen necesarios. Por ejemplo, en caso de existir bienes en común, pueden generarse gastos notariales derivados de la separación y reparto de los mismos. Además, en casos complejos, los honorarios pueden aumentar si se requieren informes psicológicos o patrimoniales.

Además de los costes judiciales y administrativos, hay que afrontar otros gastos adicionales, como la compensación económica entre cónyuges o los costes de mediación.

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